
Cuidado
Limpieza
Se recomienda la limpieza en seco para conservar la suavidad y la calidad de los hilados finos. Si prefieres lavar a mano, utiliza agua fría y un detergente suave o específico para prendas delicadas. Asegúrate de no frotar ni retorcer la prenda, y enjuaga con cuidado. Para eliminar el exceso de agua, presiona la prenda entre toallas, evitando exprimirla.
Secado
Sécala siempre extendida sobre una superficie plana, lejos de la luz solar directa o fuentes de calor. No cuelgues las prendas, ya que el peso del agua puede deformarlas.
Almacenamiento
Guarda tus prendas de hilados finos en un lugar fresco y seco. Evita colgarlas para prevenir deformaciones. Dóblalas con cuidado y guárdalas en bolsas de tela transpirable o de algodón para protegerlas del polvo y polillas. Puedes agregar un repelente natural, como lavanda o cedro, para mantener alejados a los insectos.
Evita el contacto con superficies ásperas
Los hilados finos son delicados, por lo que es importante evitar el roce con objetos o superficies rugosas que puedan dañarlos, como joyas o cremalleras.
Pilling
Es común que los hilados finos presenten pequeñas bolitas o “pilling” en áreas de mayor roce. Retíralas suavemente con un peine especial para prendas delicadas, evitando el uso de métodos que puedan dañar las fibras.
Con estos cuidados, tus prendas de hilados finos se mantendrán suaves, duraderas y en perfectas condiciones por mucho tiempo.